LOS EXCESOS NAVIDEÑOS

LOS EXCESOS NAVIDEÑOS

 

Ya está. ¡Por fin se acabó la Navidad! ¡Qué ganas tenía de volver a comer “normal”!

¿Cuántas veces escuchamos o decimos esta frase?

La Navidad, a pesar de ser una temporada festiva, familiar y que muchas personas asocian con alegría y felicidad, lo cierto es que la mayoría de la gente quiere comenzar o volver a recuperar sus hábitos saludables de alimentación y actividad física. Y no es de extrañar si prestamos atención a algunas de las consecuencias que los excesos navideños tienen sobre nuestro organismo.

– Mayor número de eventos cardiovasculares que en otras épocas del año.

Como todos sabemos, en los menús navideños es frecuente encontrar platos de cordero, cochinillo, todo tipo de aperitivos a base de embutidos, dulces, etc. que contribuyen a producir un perfil lipídico desfavorable en nuestro organismo.

El exceso de calorías de estas comidas o cenas, es debido a que ingerimos nutrientes poco saludables como azúcares simples, grasas saturadas, grasas trans y sodio (procedente de la sal de adición y la contenida en los alimentos procesados). Una elevada ingesta de grasa saturada y colesterol (presente en carnes, embutidos, vísceras, pastelería industrial) incrementaría los niveles de colesterol total y colesterol LDL y conduciría al desarrollo de aterosclerosis.

– Aumento de peso: Debido a la gran variedad de platos que hay en la mesa, a muchas personas les cuesta controlar la cantidad que comen, lo hacen con ansiedad y no dejan el tiempo suficiente para que el organismo sienta que ya ha comido suficiente y está saciado. Esto lleva a comer grandes cantidades de alimentos hipercalóricos, lo que provoca que muchas personas comiencen el año con algunos kilos de más, lo cual es preocupante en un ambiente en el que las tasas de obesidad no dejan de aumentar.

– Digestiones pesadas: Con la gran cantidad de calorías que ingerimos en Navidad, nuestra digestión se resiente, debido a que nuestro sistema digestivo no está acostumbrado a digerir tanta comida. Esto provoca, entre otros síntomas, dolor de estómago, ardor, acidez, sensación de pesadez y vómitos.

– El último protagonista de las fiestas navideñas es el alcohol, presente tanto en las reuniones familiares como en salidas con amigos. Además de la molesta resaca que produce al día siguiente, el consumo excesivo de alcohol tiene implicaciones muy negativas sobre nuestra salud y contribuye a aumentar el riesgo de obesidad, debido a las calorías extra que ingerimos al beberlo.

Si estás considerando cambiar de hábitos, mejorar tu alimentación y practicar más ejercicio físico no dudes que será una decisión muy acertada que tu cuerpo agradecerá. Protege tu salud y ponte siempre en manos de profesionales que te guíen en tu cambio de hábitos y evita cualquier dieta que te prometa una rápida pérdida de peso en muy poco tiempo o que sugiera comprar ampollas, viales o batidos específicos. Sé paciente, es un proceso que requiere tiempo, pero el resultado merecerá la pena.

 

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